Enclavada en los Estados de Puebla y Oaxaca, esta Reserva es un espacio enigmático en el que converge la riqueza biológica, geológica, cultural e histórica; es el lugar ideal para observar el vuelo y escuchar el canto de las guacamayas verdes y observar los bosques de cactáceas columnares únicas en el mundo ofreciéndole al visitante una experiencia diferente en un desierto que esconde magníficos paisajes. Además se podrá conocer los sitios de valor universal excepcional que muestran los primeros registros de la domesticación de especies y tecnificación de la agricultura en Mesoamérica.