Se dice que en tiempos coloniales las aguas del Río San Francisco se desbordaban con frecuencia inundando el callejón de la 6 Sur. La gente dio utilidad a la crecida del río e instaló allí algunos molinos. Sin embargo, el agua estancada y las actividades que en ella se realizaban atrajeron a una gran cantidad de sapos.
Todos los domingos, se puede encontrar infinidad de artículos en el tianguis del Callejón de los Sapos. Predominan las antigüedades, artesanías, objetos de arte y numismática.